¿Qué es una instalación de calefacción de baja temperatura?
Las calderas para calefacción de baja temperatura mejoran el rendimiento de la instalación y reducen las emisiones contaminantes.
Una instalación de baja temperatura es aquella que utiliza una caldera de condensación o una bomba de calor junto con una instalación de emisión de baja temperatura (con radiadores, por ejemplo), capaz de trabajar con una temperatura de calefacción de ida lo más baja posible.
Una instalación dimensionada para trabajar a menor temperatura ahorra energía y reduce las emisiones contaminantes, proporcionando, además, un gran confort térmico.
Para que una instalación sea considerada de baja temperatura, la caldera de condensación o bomba de calor deben tener una temperatura media de trabajo de 60ºC.
Con esa temperatura, el salto térmico en el conjunto de la instalación estará en el entorno de unos 40º.
De esta manera se logra que la temperatura de trabajo del conjunto de la instalación descienda, reduciendo el consumo de energía y mejorando así su eficiencia.
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